miércoles, agosto 30, 2006

Aquí yace Vasconcelos

Por estas fechas, tiempo atrás, andaba yo dando la lata en casa para que me comprasen un estuche de 36 rotuladores carioca, libretas, estuche, bolis y como no, lo que era el símbolo de identidad pre adolescente por excelencia: La cartera.

Aquella cartera multicolor mistral, con las correas puestas hasta los topes, caída hasta los gemelos, casi arrastrada y llena de firmas y suciedad fue mi seña de identidad durante casi año y medio que es una cantidad de tiempo astronómica cuando se tienen doce años.
Hoy me he sentido como si volviese a tener esos 12 años. Dependiente, protegida, condicionada, vinculada a un núcleo familiar patriarcal y genuino. Me ha dado seguridad, me ha robado esencia. Tras años de fermentar hojas de col, hacer jabón natural, tener todo a mi nombre... He descubierto que un día circunstancialmente tienes un frenazo y... Vive dios! Vuelves a ser un ser tutelado.

Me han comprado una mochila mistral para que no pierda mi identidad.
La vuelta al cole siempre es complicada cuando no se quiere volver.



Concurso Veo

Top blogs de Libros